Opciones para invertir siendo novato

Las inversiones son un tema muy tabú para las personas que no tienen mucha experiencia en finanzas, más allá de la administración del dinero. Bueno, quienes tienen un consumo responsable y saben cómo ajustar su presupuesto acorde a sus necesidades. Se suele confundir la complejidad de este tema, puede que por el ideal que se tiene de las inversiones, de riqueza inmediata por un lado, o el de llegar a la pobreza en un santiamén por el otro.
El tema del riesgo de capital no se trata únicamente de algo tan volátil como se piensa. Tampoco hace falta ser un genio en predicciones financieras, simplemente contar con un poco de información y así poder sacar conclusiones con la ayuda de un asesor. De igual forma, existen las opciones más seguras, que suelen estar avaladas por instituciones bancarias, que no requieren de decisiones continuas del inversionista. De repente son alternativas atrayentes para quienes no se sientan en la seguridad de meterse de lleno en esto.
Para empezar a aplicar las decisiones tomadas en conjunto con el asesor, lo primero que hay que tener de antemano son ahorros para destinar a este fin. Sí, no se puede dejar de lado este paso, por mucho que sea alfo que se posponga sin medir las consecuencias.
Es hasta de vital importancia tener un fondo dedicado a este tema, sin tocar los ingresos de la nómina. Es dinero del que no se podrá disponer, en la mayoría de los casos, y al que tampoco se le verá una rentabilidad a corto plazo. Existen opciones de préstamos personales rápidos sin papeleos que se pudieran destinar a este fin, en caso de no tener ahorros suficientes.
Entre las oportunidades de inversión para empezar se encuentran:
1) El ahorro en una cuenta bancaria tradicional. El dinero que se guarde en esta cuenta genera una ganancia mensual o anual, dependiendo del banco. La rentabilidad es bastante baja, al igual que el riesgo. Lo único que puede pasar para perder el dinero, es que la institución cierre; y aun así, dan un reintegro de una parte del dinero guardado. La ventaja total es que se puede disponer de esa liquidez a voluntad.
2) Los pagarés bancarios. Esto funciona siendo el cliente prestamista del banco. Se le da una cantidad a la entidad y ésta se propone a devolverla en un plazo coordinado con antelación, con una tasa de interés impuesta desde el principio. Tiene muy poco riesgo, por lo que es perfecto para empezar. Lo malo es que no se puede disponer del dinero hasta que haya terminado el contrato.