Las bases del uso de la tarjeta de crédito

Tenemos pocos conocimientos sobre este producto financiero, a pesar de ser uno de los más utilizados. Son una forma de financiación a la que es relativamente sencilla de acceder, además de muy cómoda. Estas dos características beneficiosas pueden convertirse en perjuicios sin el cuidado necesario.

Los conceptos básicos

Hay una gran cantidad de conceptos involucrados se deberán estudiar antes de solicitar una (o aprender desde ahora si ya la posees), y que deberían ser aclarados con la entidad financiera correspondiente. Es más, deberías contactar con un agente bancario si ya cuentas con una y todavía tienes muchas dudas.

Las tarjetas de crédito son un documento emitido por una institución bancaria a nombre de una persona natural o jurídica, la cual podrá disponer de un monto máximo del saldo asignado al mes. Ese saldo se deberá reponer una vez haya pasado el plazo pactado, generalmente un mes.

Suelen tener un límite para que la persona compre o consuma servicios. Este límite varía en función de la tarjeta, así como también las comisiones y los intereses. También suelen cobrar un monto fijo anual para su mantenimiento.

Suena a que son muchos gastos simplemente para acceder a crédito rápido con facilidad. Y esto tiene sentido porque es la forma que tiene la institución de protegerse de las personas con insuficiente solvencia económica como para devolver el saldo utilizado.

Por lo tanto, podríamos decir de una forma muy sencilla que la tarjeta de crédito tiene un saldo límite que puede usar el cliente, el cual deberá devolver pasado un mes junto con comisiones e intereses. Es un préstamo inmediato, fácil y sin la necesidad de pedir permisos cada vez que se vaya a usar.

Tipos de tarjetas de crédito

Varían según las fórmulas de pago y la manera de acceder al tipo de crédito. En su esencia, todas las tarjetas de crédito son similares, pero tienen particularidades que requieren de atención para sacar el máximo provecho. Los tipos son:

  • Tarjeta de crédito clásica. Son las más habituales, entre las cuales tenemos disponibles las Mastercard, Visa y American Express (no tan común como las dos anteriores). El crédito disponible oscila entre los 600 y 1.200 euros, aproximadamente. El dinero prestado (el saldo del que disponga el usuario) se tiene que devolver pasado un mes desde el momento de la compra, o se empezarán a cobrar intereses como parte del préstamo.
  • Tarjetas de oro y platino. Su funcionamiento es igual al de las tarjetas convencionales, pero con una línea de crédito mucho mayor y servicios adicionales indexados. Están destinadas a personas que usan la tarjeta de crédito con mucha frecuencia o con una muy buena solvencia económica.
  • Tarjetas revolving. Los pagos realizados con estas tarjetas se aplazan de forma automática, de manera que no se tiene una fecha fija de corte. Sin embargo, descuentan una cantidad de dinero fija mensual de la cuenta bancaria para pagar el crédito consumido.
  • Tarjetas de puntos. Son las que destacan por proporcionar puntos de diferentes tipos a sus clientes. Saldo para pagar el gas, descuentos en tiendas, millas para viajar en avión, porcentajes de devolución por compras, etc.
  • Comerciales. Son emitidas por establecimientos para sus clientes. Las compras realizadas con ellas se cargan a una cuenta bancaria del usuario, cuya deuda se paga en un plazo prefijado. La financiación suele ser a coste cero.
  • De empresas. Son iguales a las tarjetas regulares, con la diferencia que cubren los gastos empresariales como viajes, medios de transporte, eventos y demás.

Podría acceder a más de un tipo de tarjeta de crédito para darles usos específicos a cada una, pero es peor tener la tarjeta y no usarla lo suficiente porque se interpreta como que no tienes la suficiente liquidez. También se convertirá en un problema el uso excesivo de la misma sin poder pagarla, aunque siempre habrá la opción de refinanciar lo que debes.