La meta de vivir y tener un hogar.

La vida funciona por objetivos. El primero de ellos es estudiar en el colegio y en el instituto.


Después, decidiremos si queremos seguir estudiando o si preferimos buscar un trabajo e iniciar un proyecto personal un poco más ambicioso. No obstante, para todo esto hace falta dinero; unos lo consiguen ahorrando durante unos años, otros solicitando créditos online en Wannacash.es, otros pidiendo ayuda a amigos o familiares, etc.


No importa cómo se consigan los fondos, lo importante es cómo gestionarlos y qué camino trazar con ellos. En cualquier caso, todo esto lo hacemos no solo con la intención de trabajar en algo que nos guste, en algo que sea vocacional; sino también porque tenemos que vivir.



Y vivir, en primera y última instancia, implica tener una casa. Los estudiantes y las personas jóvenes empiezan compartiendo piso y luego alquilando el suyo propio, pero todos nosotros ansiamos tener una vivienda en propiedad.


Porque siempre será nuestro espacio, un lugar al que regresar, un sitio en el que podemos dormir, cocinar, conectarnos a internet o llevar a cabo todo tipo de proyectos, y no solo aquellos relacionados con la manera en la que nos ganamos la vida. Por eso es importante vivir trazándonos metas, pues cada meta nos abrirá nuevas puertas y nos permitirá tener cada vez más cerca la posibilidad de tener nuestro hogar en propiedad.


Por supuesto, calcular hipotecas no es sencillo y conviene hacerlo siempre antes de lanzarnos a la aventura de pedir la nuestra. Una hipoteca supone el inicio de la adquisición de la vivienda, y debemos estar convencido de que esa es realmente la casa que deseamos.


¿Queremos vivir en el centro de la ciudad o en la periferia? ¿Preferimos vivir en el campo, en un pueblo pequeño? ¿Queremos que nuestro hogar tenga tres o cuatro habitaciones? ¿La cocina es lo suficientemente grande? Todos estos detalles son fundamentales, pues la casa que nos compremos solicitando una hipoteca será, como ya hemos dicho, el lugar en el que viviremos, en el que seguiremos progresando y en el cual tal vez decidamos formar una familia. Depende de nosotros.