Educación Financiera: ¿Naces con ella o la adquieres en el camino?

Similar a la antigua pregunta que cuestionaba la legitimidad de un monarca según su capacidad de gobernar al pueblo, tenemos este cuestionamiento más moderno sobre quién será un mejor administrador de un fuerte capital financiero.
Podemos hacer un símil con el antiguo cuestionamiento si vemos que los monarcas en su mayoría eran nacidos en cunas nobles, educados y formados desde su infancia temprana y a lo largo de su vida con el fin último de ser un gobernante….y al final fracasar rotundamente en esto, de la misma manera que podemos notar que aún hoy en día el mismo patrón se repite en los numerosos casos de personajes del mundo empresarial, nacidos en importantes familias a nivel financiero y que son educados para heredar importantes imperios…y al final llevan a la destrucción parcial (e incluso total ruina) de los mismos debido a sus cuestionables dediciones comerciales .
En paralelo con estos, y con historias de éxito muchísimo más inspiradoras (llegando incluso alguna que otra a la gran pantalla) tenemos a este otro personaje con las posibilidades financieras en contra logra un éxito económico imposible de pronosticar hasta por ellos mismos; personajes que con entereza y astucia financiera logran convertir lo que en un principio fuese un negocio de garaje en una multinacional de nivel global líder en tecnología (Si Bill Gates, esta es definitivamente una referencia a tu empresa).
¿Pero cuál vendría a ser el factor determinante en esta diferencia tan marcada en el final de cada una de estas historias? ¿Viene siendo nacer en una familia privilegiada una desventaja a la hora de emprender? Y la respuesta a esta segunda cuestión viene siendo un rotundo no, pero, definitivamente viene siendo también parte de la respuesta al primer cuestionamiento justamente porque la historia de la vida y la educación de cada una de las partes resulta determinante a la hora de la toma de decisiones de cada uno de estos.
Podemos ilustrar esto de una manera más sencilla; mientras una persona venida de una familia más pudiente casi indudablemente va a contar con el apoyo que requiera de antemano para la fundación y funcionamiento de un negocio desde el primer momento gracias al amplio patrimonio de su familia, y por ende estará más dispuesto a correr riesgos y tomar decisiones aparentemente cuestionables ya que cuenta con cierto nivel de seguridad financiera de antemano, una persona que se haya visto forzada a recurrir a figuras como préstamos personales o de cualquier tipo va a ser bastante más precavida a la hora de estudiar las posibles opciones de inversión para dicho capital, sabiendo de antemano que no tiene a quién recurrir en caso de que todo resulte en un posible desastre.