Cómo ahorrar en las facturas de gas y electricidad

El precio del gas en España se multiplicó 12 veces entre mayo del 2020 y septiembre del 2021. Según las cifras publicadas por el Mercado Ibérico del Gas, subió de 4.14 euros por MW/h a 53.22 euros por MW/h en menos de un año y medio.

Este aumento del precio del gas empujó el valor de la electricidad, ya que esta suele generarse con plantas de ciclo combinado. Con el fin de proteger a los consumidores más vulnerables, el gobierno limitó el incremento de las tarifas reguladas hasta el primer trimestre del 2022 y está ofreciendo subvenciones.

Conforme a los datos de Eurostat, la variación de la tarifa del gas también produjo un aumento generalizado y sostenido de los precios. El 17.4% de inflación que se generó en el sector energético ocasionó que la inflación general alcanzara el 3.4%, el nivel más alto de los últimos 13 años.

Consejos para bajar el precio de las facturas de servicios


Debido a las bajas temperaturas, durante los meses de invierno se suele utilizar más electricidad y gas que el resto del año. Si quieren evitar las facturas de servicios con precios exorbitantes, las familias deben seguir una serie de consejos para reducir el consumo doméstico.

Invierte en un calefactor eficiente


Los productos de bajo consumo suelen ser más costosos que los comunes, pero resultan en un ahorro a largo plazo. Comprar un calefactor que garantice la eficiencia energética es una inversión a futuro. En caso de que los usuarios no tengan el dinero para adquirir un electrodoméstico de esas características, pueden solicitar microcréditos.

Usa más abrigo


Muchas personas están acostumbradas a trabajar en una oficina calefaccionada en mangas de camisa y no se cambian la ropa cuando termina su jornada laboral. Al llegar a sus hogares encienden la calefacción en vez de adecuar su vestimenta a la temperatura del lugar.

Hay algunas viviendas que son realmente muy frías, en las que la calefacción se vuelve imprescindible. Sin embargo, en la mayoría de los casos usar una prenda adicional o reemplazar el uniforme de trabajo por ropa más abrigada es suficiente para entrar en calor.

Apaga los aparatos


El mal hábito de dejar los electrodomésticos conectados a la tensión y los dispositivos en modo espera se traduce en una factura abultada a fin de mes. En la página web de la Organización de Consumidores y Usuarios hay una calculadora para estimar el gasto anual que genera esa costumbre y el dióxido de carbono que se produce.

Para evitar esa pérdida de dinero es mejor apagar y desconectar todos los aparatos que no se estén utilizando. Esta simple acción reduce el consumo de energía, alarga la vida útil del bien y contribuye al cuidado del medio ambiente.

Calienta solo lo que necesitas


Tendemos a calentar grandes volúmenes de agua que luego no aprovechamos, y cantidades excesivas de comida que no consumimos y terminan enfriándose nuevamente. Esto implica un gran desperdicio de energía.

Se debe calentar solamente la cantidad de agua o alimento que se vaya a consumir en ese momento. También es importante retirar esa porción del fuego a una temperatura apta para uso o consumo humano.

Apaga la calefacción por la noche


Según un informe del Instituto de Diversificación y Ahorro Energético (IDAE), casi el 50% del consumo energético está destinado a calentar la vivienda. Por lo tanto, apagar la calefacción por la noche y abrigarse bien genera un impacto significativo en la factura a fin de mes.

Colocar alfombras y cortinas para frenar el frío, mantener cerrados aquellos ambientes que no sea necesario calentar y ventilar la casa solo diez minutos al día son otras recomendaciones útiles para ahorrar energía. Estos detalles hacen la diferencia entre una factura normal y una imposible de pagar.